5/10/2025
Cura Project Institute, donde empezó todo. Un encuentro que cambió destinos
La historia del Instituto del Proyecto Cura comienza con un encuentro. En 2009, Fernanda Schwyter vivía en Miami cuando se enfrentó a una complicación quirúrgica. Fueron meses de hospitalizaciones, limitaciones físicas y dificultades de comunicación que despertaron la empatía por los pacientes y el deseo de cambiar muchas historias de vida.
Tras su recuperación, conoció a Ilma, una joven brasileña a la que recientemente se le diagnosticó un cáncer de mama metastásico. Tras el tratamiento de Ilma, Fernanda descubrió un universo aún poco conocido en Brasil: el de la investigación clínica. En Miami, los ensayos clínicos eran asequibles y ofrecían tratamientos innovadores y esperanza a los pacientes, pero ¿por qué tantas personas tuvieron que cruzar las fronteras para acceder a estas oportunidades?
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Decidida a entender y comprender este universo, Fernanda comenzó a trabajar como voluntaria en la Sociedad Estadounidense del Cáncer, donde conoció a personas con una experiencia internacional relevante, como el Dr. Javier Cortez (España), Stefano Zurrida (Italia), Henry Gomez (Perú), Orlando Silva (EE. UU.) y Jorge Zavala (México).

En 2012, fue invitada a coordinar la 6ª Conferencia Interamericana sobre el Cáncer de Mama conferencia, en México, para discutir los desafíos de la investigación clínica en América Latina. Fue en este ambiente donde conoció a la Dra. Martine J. Piccart, una de las mayores referencias en oncología e investigación clínica, así como a otros especialistas internacionales, quienes la alentaron a llevar su visión del acceso a la investigación clínica a Brasil.

Entre los médicos que marcaron esta trayectoria, también destaca el oncólogo brasileño Carlos Barrios, fundador de LACOG (Grupo Latinoamericano de Oncología Cooperativa). A partir de esta conexión, en 2015, surgieron prioridades para aprovechar los estudios que respondan a las emergencias oncológicas y a los problemas médicos locales.
El Proyecto CURA, que en 2019 se convirtió en el Instituto del Proyecto CURA, una organización sin fines de lucro dedicada a apoyar e involucrar a los pacientes a través de información científica de calidad, apoyo a estudios clínicos brasileños y ensayos clínicos innovadores. Desde su creación, el Instituto ha apoyado 12 estudios clínicos y epidemiológicos, que han beneficiado directa e indirectamente a más de 2000 pacientes, combinando la formación de nuevos investigadores con el reconocimiento de las iniciativas que tienen un impacto real en la vida de los pacientes.
«Durante mi trabajo como voluntaria en la Sociedad Estadounidense del Cáncer en 2012, tuve la oportunidad de conocer en el congreso de México a médicos internacionales que hoy tienen repercusión mundial. Fueron estas mentes brillantes las que me mostraron, de manera muy clara, la importancia de la investigación clínica y me inspiraron para llevar este movimiento a América Latina, sembrando la semilla que daría origen al Instituto del Proyecto CURA». Fernanda Schwyter
Una invitación a transformar la ciencia en esperanza
En la actualidad, Fernanda dirige el Instituto del Proyecto CURA con la misión de acercar a los pacientes, los investigadores médicos y la ciencia para abrir caminos hacia la curación del cáncer.
Al igual que Ilma, que 15 años después de su diagnóstico, está en tratamiento en un ensayo clínico y monitorea de cerca el crecimiento de sus hijos, miles de pacientes pueden beneficiarse cuando la investigación pasa a formar parte de la atención. El Instituto del Proyecto CURA es una invitación para que las personas salgan juntas a la carretera para marcar la diferencia.
Entrevistamos a nuestra presidenta, Fernanda Scwyter, quien, con esta visión inspiradora, comparte con nosotros parte de su historia, el surgimiento del Instituto del Proyecto Cura, los desafíos que aún enfrenta y los sueños que siguen impulsando a Cura:
¿En qué momento se dio cuenta de que su experiencia de salud personal podía transformarse en un proyecto capaz de afectar a tantos pacientes?
Fernanda: Primero ocurrió, luego me di cuenta. En otras palabras, nunca tuve la intención de fundar un instituto ni nada relacionado con la investigación y el cáncer. Pero las cosas simplemente ocurren. Mi experiencia me impactó primero. Tuve que enfrentarme a la posibilidad de la muerte, organizar a mi familia y reflexionar sobre la vida. Al sobrevivir, sentí que necesitaba retribuir, hacer algo significativo que pudiera impactar a los demás.
¿Cómo influyó el contacto con Ilma y médicos internacionales, como la Dra. Martine Piccart, en la creación del Instituto del Proyecto CURA?
Fernanda: Con Ilma experimenté la espiritualidad, la fuerza femenina y la conexión con la vida y con la Virgen. Con Ilma llegó el «KIT DE CURA». Con médicos internacionales, me di cuenta de la responsabilidad y el legado de la ciencia, del esfuerzo por descifrar el cuerpo humano para salvar vidas. Fue en este encuentro entre la fe y la ciencia que surgió el Proyecto CURA.
Háblenos del «KIT DE CURA».
Fernanda: El nombre del Instituto tiene una historia muy importante para mí. Cuando conocí a Ilma, le preparé un pequeño obsequio con cosas que me habían ayudado en mi propio viaje: un rosario, un aceite floral y canciones que me consolaban. Al recibirlo, llamó a ese gesto un «kit de curación». Años más tarde, cuando le contó esta historia a un publicista que me animó a ponerle un nombre al proyecto, me dijo que no había nombre más fuerte y verdadero que ese: Cura. Así nació el Healing Project, que llevaba consigo la importancia de cuidar a los demás y la creencia de que, incluso ante el dolor, es posible encontrar caminos de vida, comodidad y transformación.
¿Cuáles fueron las principales barreras para llevar la cultura de la investigación clínica a Brasil e involucrar a los pacientes y las instituciones?
Fernanda: Todavía nos enfrentamos a barreras, especialmente a la codicia y a la dificultad de entender el verdadero significado de la filantropía, un camino colectivo que construir.
Entre los estudios y acciones ya realizados por el Instituto, ¿qué resultado le emociona más o simboliza la transformación que buscaba?
Fernanda: Lo que más me conmueve son las historias de los pacientes. Iramara, que, aunque dejó la quimioterapia, quería asistir a nuestros eventos para compartir su experiencia en materia de investigación clínica, y Juliana, que, mediante pruebas genéticas, pudo transformar la vida de toda su familia mediante la prevención. Además, ver los resultados de estudios como el de NEOSAMBA refuerza el poder de la ciencia y simboliza la transformación que buscamos con el Instituto.
¿Cuáles son los próximos pasos de CURA y su mayor sueño para la investigación clínica y el acceso a nuevos tratamientos en el país?
Fernanda: Realice investigaciones que afecten a nuestra población. ¿Mi mayor sueño? ¡La cura para el cáncer!